26 de julio de 2013

Soñando despierto con mi futura realidad

Heme aquí de nuevo. A punto de empezar la recta final de esta primera gran parte de mi vida. No sé si es por la creciente inseguridad reciente o por verdadera nostalgia, pero no puedo dejar de mirar hacia atrás. Sin duda me gusta lo que veo. Pero además lo tomo como un experimento: lo primero que recuerde seguro es lo que vale la pena rescatar.

Y es que se dice fácil, pero esto de liberarse no es algo simple de lograr. ¿Qué debería llevarme? ¿Una mujer? ¿Una amiga? ¿Un mundo académico? Creo que mejor las ganas de ir por más. Aunque claro, eso de por si ya lo llevo. La verdadera pregunta es, si así cómo la noche le dará paso al día de pronto pero irremediablemente, ¿qué es lo que estoy dispuesto a conservar si la vida cambia sin avisar?

Recién vi una foto tuya, y aunque no es precisamente algo relacionado, pienso que las experiencias vividas contigo es algo que sí me quiero llevar. No cómo un recuerdo, sino cómo la evidencia de que algo aún sigue vivo. Un enlace de destinos que me impulsa a ir más allá. Quizás sea la entrada en los nuevos horizontes a los que me planteo llegar. Quizás sean los indicios que necesito para no olvidar lo que aprendí contigo y saber cuando lo debo volver a utilizar. Incluso recién agregué Chiara a la lista de nombre que debo vigilar.


Al final sé que aunque justo ahora tengo problemas, con la determinación suficiente no harán más que fortalecerme y llevarme a donde quiero llegar. A veces lo siento tan presente, cómo cuando un olor te transporta al lugar que quieres en tiempo real. La diferencia es que yo lo veo y lo escucho, cómo soñando despierto con mi futura realidad.

Curiosamente justo ahora, esa visión también te incluye en ese futuro espectacular. Sólo que incluye un beso robado (aún no entiendo cómo es que se dará eso, pero ya el destino proveerá), y un encuentro aparentemente nada particular.

Realmente te extraño, pero no de la misma manera lánguida con la que te solía extrañar. Es más una espera parecida al año nuevo. Probablemente hasta la fecha del rencuentro se me antoja en ese tiempo. Donde todos tienen la expectativa de un gran cambio, pero nadie está seguro de como se mostrará. Ese encuentro esperado sucederá tan de pronto, tal vez parezca que no se logre, pero lo hará. Tan cierto cómo que en este momento me siento a ti conectado, gracias a esa fuerza extraña que hacia mucho no había podido germinar.
Nos veremos pronto en ese lugar viejo y nuevo, donde alguna vez esta pequeña historia comenzó a tener lugar. Eran otros los nombres, los colores, los ojos y los cuentos, pero en esencia éramos tu y yo, escondidos en otros tiempos, listos para despertar.

Gracias por dejarme sentirte de nuevo. Aún si no te viera de nuevo agradezco este momento donde me dejaste soñar despierto con mi nueva realidad.

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