1 de febrero de 2011

Mezcla de deseo y amor joven con restos de flechazo adolescente.

(CC) Ed Yourdon/Flickr

A pesar de escribir frecuentemente en primera persona, tenía tiempo que no me expresaba de manera tan directa. Casi sin percibirlo los muros alzados a base de letras, palabras y dichos se ha ido engruesando.

De cualquier manera lo que me hace buscar una grieta para aventurarme en la amplitud de un libre y emotivo albedrío es una sensación nueva y a la vez conocida, con la frescura inolvidable de las primeras sonrisas amplias, dulces y honestas completamente razonadas. Son los nervios de un flechazo adolescente, algo que en mis recuerdos conserva un aroma energizante de brisa marina y manglar  turístico. De sólo imaginarme llevándote a conocerlo vuelve ese segundo componente, la fuerza más astuta que traviesa que ingenia los artificios que te ofrece en forma de adornos semejantes, ante los ojos, a los ramos de flores.


De pronto me he obsesionado con la segunda persona. Sea en te, contigo, tu o tú. Fue precisamente ese detalle salpicado en cada verbo el que desató esta locura de escritor empedernido. Escribir,pensar, leer y tener te materializan volviéndose atractivos a una velocidad pasmosa cuando se convierten en escribirte, pensarte, leerte y tenerte.

Parafraseando incluso nuestra reciente pseudocita logro percibir esos dejos de sabor que los postres más dulces regalan tiempo después de ser consumidos... ¿Consumirte? Exceso de autocomplacencia, dejemos ese verbo para luego ¿de acuerdo?

Palabras tuyas que se me han adelantado. ¿Cuándo, cómo y dónde lograste inmiscuirte tan hondo? Son detalles que quisiera conocer antes de que tus efectos se me pasen y las letras agoten las reservas de ese néctar hasta ahora delicioso que resultó ser tu pensamiento. Por lo mientras tengo que admitir nuevamente que te has adelantado, aunque sin la manera directa de decir las cosas que este escrito usa y no usa al mismo tiempo. Lo que tenía que decir desde el principio y que sin embargo quise envolver tanto es que hoy puedo decir que me gustas. Punto.

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