1 de septiembre de 2009

Un par de tazas de café

blackcoffee

Pendientes e impasibles están un par de tasa de café. Sobre todas las mesas, en medio de todos los cafés, conteniendo todas las bebidas del oscuro grano: Son dos tazas que esperan su conversación.

Se formaron hace un par de meses, con la fuerza de un brinco de corazón, con el negro de aquél vestido satinado y la suave forma de un ligero soplo. Se hicieron en par, y como tal se deben usar. Sobrias en los acabados, no es la imagen la que hipnotiza, sino la esencia de aromas que contienen. Bajo su influjo surgirán las conversaciones más prohibidas e impensables. Diálogos de dos corazones expuestos a la tenue luz de las estrellas, de las velas, del atardecer o de una fogata que entibie las paredes de una cabaña en medio del bosque.

Son dos tazas siempre dispuestas, dos tazas siempre llenas. Es la magia de un encuentro contenido en dos piezas de porcelana. Es un par de tazas de café.

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