20 de diciembre de 2013

10 ilustradas razones para no tener una chica


A pesar del malestar que esto pueda provocar al ingenuo corazón, la mente no viciada es tajante en sus razones. Es tan claro que se puede hacer sin problemas una lista rica en expresiones y apta para reflexionar:


  1. Por más que se le busque, una sola persona no puede ser todas las mujeres y una al mismo tiempo. Económicamente hablando, es una opción con un alto costo de oportunidad.
  2. Financieramente el impacto es tan claro que ni hace falta explicar.
  3. Y hablando de recursos, el tiempo es también un aspecto a considerar. Las horas, aun cuando sean de calidad, no son productivas. Eso sin mencionar que cientos de horas de esfuerzo y dedicación pueden perder su propósito casi en lo que toma pestañear.
  4. La carga intelectual tampoco debe menospreciarse. Hablamos de un ser humano con necesidades, sueños y debilidades. Tratar diariamente con ello no debe tomarse a la ligera.
  5. Consecuencia de lo anterior están los proyectos personales. Caminos de largo plazo que siempre, tarde o temprano, se tienden a separar. Y dados los compromisos vinculantes que una relación implica, estos se traducen en dilemas existenciales donde se miden dos tipos de fidelidad.
  6. La comunicación se vuelve un tema serio y como les sucede diariamente a los periódicos, no existe la libertad de expresión sin una "línea editorial".
  7. Luego viene la combinación deber-libertad. Binomio inofensivo de no ser por la repentinamente imperiosa obligación de garantizar un cierto grado de transparencia antes solo reservado al inconsciente personal. Ante el eventual, aleatorio y probablemente frecuente escrutinio actitudinal, sutilmente escondido tras un inocente ¿como te fue hoy?, el libre albedrío, aunque de origen bien intencionado, puede verse orillado a deformarse o a disimular.
  8. Nuevamente consecuencia del punto anterior, se acaban las decisiones en individual.
  9. Consecuencia de la consecuencia, los deseos ahora pueden surgir de dos fuentes independientes, en distintos momentos y a intervalos irregulares no necesariamente conciliables con la agenda diaria inicial. Y ello no les resta el mínimo de legitimidad.
  10. Y si lo anterior no fuera suficientemente convincente, frases como "no te preocupes", "no pasa nada", "olvidalo" y  el siempre fatal "tenemos que hablar" se vuelven razones de peso para preocuparse, fijarse que pasa, recordar todo lo sucedido en días recientes y sentarse mucho mas que 5 minutos a hablar.

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