20 de enero de 2011

Bálsamo nocturno

(CC) Steve and Ruth Bosman /Flickr


 A estas fechas, cada día se ha convertido en una dualidad por demás heterogénea. Con sus propias e inconfundibles características, las partes se vuelven más contrarias con cada ciclo que se completa. Como horno encendido y gélida agua forjan cruelmente un alma que sufre los efectos de fuerzas sumamente intensas.

(CC) zbig photography/Flickr
 Con el sol surge el abrasador rigor de un ritmo impuesto que en un inicio invita a la calma, para luego acechar con espasmos de tensión y conflicto. Hace falta, no es suficiente. Lo requerido es absolutamente obligatorio y difícilmente factible. Lo propuesto en cambio es incompleto, escaso o prácticamente inexistente. Problemas que se multiplican con el sólo pasar del tiempo y ante la más mínima provocación invaden todo espacio de tranquilidad conciente: este es el fulgor de un amanecer incandescente.


De inmediato surgen pensamientos suicidas, tal vez sea mejor no ver el próximo amanecer. Si logro perderme en el vacío de una atemporalidad hast ahora inexistente, tal vez logre escapar del inminente tormento...

Con el ocaso languidecen la voluntad y las fuerzas, sintiéndose desfallecer ante un cielo que todo lo oscurece. Es entonces que los rayos no lastiman, la vista se vuelve fuerte y la frescura de un viento nuevo culmina en el anochecer que revitaliza cuerpo y mente. Es el tiempo del reposo, el de perderse en la vaguedad de los pensamientos con la comodidad de no ver nada cambiar. Es precisamente el estatismo el que ofrece la oportunidad de tranquilidad, remanso de paz combinado con un bálsamo nocturno. Se es lo que se quiere, se llega hasta donde más se puede, no hay límites para una imaginación sedienta de venganza por la represión diurna. La oscuridad es medicina y droga, formando el perfecto aliciente.

(CC) Axel Rouvin/Flickr


Así se encuentran una y otra, alternando en un continuo cuya regularidad es precisamente su periodismo intermitente. Dolor acompañado de olvido, placer seguido de traición, felicidad extrema tras frustración sin sentido. Es el fastidio diurno mezclado con el bálsamo nocturno. 

1 comentario:

  1. Muy hermoso, cubierto de sombras pero yo las aprecio =3

    ya hacia un rato que no me pasaba por tu mente... no se por que si te veo
    siento ke te extraño amigo.

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