4 de octubre de 2009

Canción irresistible

Al ritmo melodioso de un piano bohemio la voz acaramelada de Victoria llenaba el salón tenuemente iluminado. Entre la humareda de tabaco y el alboroto de la noche abarrotada, su canción incita efímeras pasiones, alimenta nuevas llamas con las cenizas de su propio querer.piano

Con cada palabra le canta al sonido que le acompaña y al hombre que la dejó. Embotada con su sentir, emana de ella una pasión embriagante. Busca en la oscuridad de los rincones más aislado la mirada de su inspiración. Soportando el dolor de su corazón solitario entona estrofa tras estrofa.

Encantada de sentir un dolor previsto, humildemente reconoce la cruda verdad que aún no se ha anunciado. Siempre que le busca, evade sus llamados. Al entregarle el fuego de su ardiente deseo sólo logra cosechar tibias respuestas. Aún con ello no se limita y en su lugar deja desbordar el torrente de sentimientos: cabellera larga y ondulada que cual velo oculta los provocativos ojos que se jactan de sus nutridas y largas pestañas. Los rasgos latinos realzados con rubor y sombras carmesí, a tono con su vestido intenso y radiante. Tez prístina y morena, marco perfecto para sus labios dibujados con un pincel sobrio y cautivante que suavemente liberan su esperanza y su dolor. La sola visión hipnotiza a más de un caballero que como ella esta perdido en dilemas de amor.

Con la música cuenta su historia, con las notas libera su preocupación. Deja su vida en el escenario. Con el último compás explota una avalancha de aplausos de un público que se dejó conducir por su voz. Una vez más el arte ha curado un afligido corazón.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario