18 de diciembre de 2010

Equivalencia lingüística

lab

Dados los síntomas puede hablarse de un cambio hostil en el comportamiento producto de la pérdida de una extensión virtual de la memoria, interpretada psicológicamente como la repentina inaccesibilidad a información especializada sobre ciertos sucesos y temas anteriormente accesibles de manera sencilla.

Es sentir la ausencia que dejaron esos pequeños detalles que hacían los días malos más llevaderos y los buenos, perfectos. Es saber que desde hace unos momentos todo ha cambiado y no habrá más oportunidades para reír, jugar y abrazar como antes. Es querer volver atrás y no poder hacerlo.

***

A nivel fisiológico es la disminución brusca en la producción de hormonas, específicamente dopamina y norepinefrina acompañada de un incremento en los niveles de serotonina. La inversión de los procesos propios de la empatía y la cordialidad.

Es un vacío que te oprime desde que lo recuerdas durante los primeros momentos en la mañana y que no te deja hasta que pierdes la consciencia por la noche. Es repasar la situación una y otra vez imaginando diferentes finales, atormentándote con las múltiples fantasías que el “hubiera” puede dar.

***

Se refiere a la manifestación de signos propios de la angustia y tensión tales como mirada absorta, variaciones de temperatura en ciertas áreas del cuerpo, adopción de una postura fetal y manifestaciones crónicas de depresión.

Tu mente se enreda en el conflicto y no hay nada para salir de ahí. Es una necesidad constante que te persigue, quieres salir corriendo a buscar la satisfacción, pero ¿a dónde?, ¿con quién? en la misma solución está el problema.

***

Es una manifestación anímica de carencia y descontento.

Es querer intensamente la compañía de alguien y no tenerla.

***

Deficiencia en la simbiosis empática de dos personas.

Maldita falta que me haces.

***

Un individuo requiriendo de otro.

Te extraño mucho. Te quiero.

miss you

2 comentarios:

  1. No podría estar de acuerdo con muchos sobre que las mujeres son como obras de arte… las mujeres son y seran siempre como la mejor taza de café: un trago amargo tras otro pero si encuentras a la adecuada y tan solo con el primer sorbo, ya eres adicto... y como duele la dependencia, como pesa la adicción.

    ResponderBorrar
  2. excelente... pensandolo ahora podria ser posible que algunas personas experimentemos esa necesidad con mas fuerza ke otras, en la capacidad y frecuencia de liberacion de quimicos, asi como los "estandares" que manejemos personalmente, seria algo así como un grado de pasion jajaja

    ResponderBorrar