Ahora que estamos como antes, el cálido sentimiento del amor me envuelve, viciando el aire que respiro y nublando la lucidez de mis pensamientos.
Cada vez que te veo de cerca, no puedo evitar querer besarte. Pero al ver que tu esquivas sutilmente cada uno de mis intentos, caigo en la irremediable realidad de los hechos.
A veces tierna, otras distante, el juego de luces y sombras se vuelve repetitivo. A pesar de no ver progreso, no me canso de jugar el sortilegio.
Solo y desprotegido, creo que así me encuentro. Volátil y ligero, contigo así me siento. Tranquilo y contento a tu lado, es mi gran anhelo.
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