como alma de pura fiesta
Ya Lalo se fue a su entierro
con su viuda y sin orquesta.
Se le dijo que el colmillo
no dejaba buenas cuentas
Y si empinaba el codillo
luego pedo ni se acuerda.
Cuando estaba en su jueguito
que se le aparece la muerta.
Ahora si vienes chiquito
derechito hasta mi puerta.
¿Ya con esas nos llevamos?
Me cae que ya ni la amuelas.
Ni porque ya le hago al sano.
Neta tú si te la vuelas.
Pues por mucho que le corras
y que le hagas mucho al santo,
quieres, aquí te echo porras
mientras tu hoyo voy cavando.
Así se nos fue el pequeño,
el de las sesiones rudas,
aunque aún era un polluelo
la muerte no tenía dudas.
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