1 de noviembre de 2010

Cuando te toca, ni los años importan.

1808785786_4c439427af_zPor andar tanto de perro,

como alma de pura fiesta

Ya Lalo se fue a su entierro

con su viuda y sin orquesta.

 

Se le dijo que el colmillo

no dejaba buenas cuentas

Y si empinaba el codillo

luego pedo ni se acuerda.

 

Cuando estaba en su jueguito

que se le aparece la muerta.

Ahora si vienes chiquito

derechito hasta mi puerta.

 

¿Ya con esas nos llevamos?

Me cae que ya ni la amuelas.

Ni porque ya le hago al sano.

Neta tú si te la vuelas.

 

Pues por mucho que le corras

y que le hagas mucho al santo,

quieres, aquí te echo porras

mientras tu hoyo voy cavando.

 

Así se nos fue el pequeño,

el de las sesiones rudas,

aunque aún era un polluelo

la muerte no tenía dudas.

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