Ya casi ha pasado un año desde la última que estuvimos a solas, y todavía no puedo dejar de pensar en ti. Las memorias de todo lo que vivimos asaltan mi realidad y aun sobre mi razón se imponen dentro de mí como una avalancha de emociones incontrolables. Sé que es una estupidez, que probablemente tu ya lo hayas olvidado, pero yo no puedo dejar atrás lo que le hiciste a mi ingenuo corazón enamorado.
Si algún día las cosas cambian y puedo encontrarte en mi camino de nuevo, quisiera pensar que esta vez tomaría la decisión correcta. Que ya no existirían los remordimientos ni las lamentaciones, solo el gusto de vivir una relación perfecta.
Más cada día yo mismo me pregunto si en verdad todo lo que sueño sería capaz de traerlo a lo concreto, y lo cierto es que entre mas lo pienso más lo dudo. Se que no sería correcto regresar como si nada hubiera pasado, pero no quiero mas que volver a cruzar mi destino con el tuyo.
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